jueves, 17 de febrero de 2011

Museo Judío

Leo unas declaraciones de Hannah, hija de Franz Ronsenthal, superviviente de Buchenwald, comisionada ahora por Obama para combatir el antisemitismo, en las que afirma que "el 46% de los españoles tiene opiniones negativas sobre los judíos, cuando prácticamente no viven con judíos". Cierto. Nunca deja de latir en una sociedad homogénea como la nuestra la aversión hacia el otro.
Mucho tendrá que esforzarse el Museo Judío bejarano para ser útil en su misión de propagar la convivencia y la tolerancia entre distintos. No basta con custodiar un legado histórico y celebrar conferencias y exposiciones. Y sobre todo, no basta con servir a fines turísticos. Era inquietante el titular de un periódico provincial que hace unos días titulaba su crónica bejarana con la frase "la población inmigrante supone ya el 4,5 por ciento de los habitantes". Me pregunto qué querría decir ese adverbio de tiempo, ya. Luego, al describir la procedencia, se resalta que "las personas procedentes de África alcanzan las 280 personas, y las de origen marroquí se sitúan ya en 109". ¿Es consciente el redactor de las implicaciones de ese adverbio de tiempo, ya? ¿Sabe algo de gramática y lo que ésta implica en la creación de una opinión pública?
Mucho tendrá que esforzarse el Museo Judío para no ser sólo un depósito de un pasado petrificado y hermoseado.

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